Trece chefs de la Junta de la Asociación de Cocineros de Aragón han posado ante la cámara de Cristina Martínez Lalana, con poca más ropa que sus gorros o delantales, en una iniciativa pionera en el ámbito de la gastronomía aragonesa: un Calendario Solidario cuyos beneficios se destinarán al Banco de Alimentos de Zaragoza.
Patrocinado por “Aragón, alimentos nobles”, Agencia Almozara y la ACA, el Calendario Solidario 2021 tiene un precio de 10 € y está disponible en la gestoría Grado Consultores, Fotografía Almozara, La Zarola, Casa Pedro Gastrobar, restaurante Gayarre, Pastelería Ripa, Lasca Negra, Pastelería GV (Boquiñeni), restaurante El Origen (Huesca), restaurante La Rebotica (Cariñena), Hotel Restaurante El Mirador de San Macario (Andorra, Teruel), Administración de loterías El Cachirulo o escribiendo a info@cocinerosdearagon.com.
Los beneficios de su venta serán donados íntegramente al Banco de Alimentos de Zaragoza, convirtiendo la solidaridad en comida para los más necesitados. «Ver pasar hambre a tus vecinos es muy duro, pero para un cocinero lo es mucho más», dice Javier Robles ―presidente de la ACA― en la introducción del calendario, a lo que Miguel Ángel Vicente, director de Agencia Almozara, añade: «en estos tiempos tan difíciles, todos tenemos que aportar lo que podamos, para ayudar a los más vulnerables».
Así, seis cocineras y siete cocineros, de los más reputados de Aragón, han cedido su imagen, mientras Agencia Almozara se ha encargado de la producción, de manera altruista. La reconocida fotógrafa gastronómica, Cristina Martínez Lalana, ha dedicado dos meses de trabajo, de forma totalmente desinteresada, para recorrerse todo Aragón realizando fotografías artísticas de nuestros chefs en distintas localizaciones, relacionadas con el producto del mes.
El año 2021 comienza con los hermanos Carcas, de Casa Pedro, posando con una trucha Pirinea en la ribera del Ebro; Nuria Ocaña, posa en su restaurante El Mirador de San Macario, de Andorra, Teruel, con una longaniza de Melsa, en febrero; Rubén Martín, como no podía ser de otra manera, aparece entre borrajas, en los fogones que dirige, en el restaurante Flor de Lis de Zaragoza, en marzo; rodeada de arrozales de Brazal, luce una elegante Beatriz Allué de El Origen, de Huesca, en el mes de abril; mayo es el mes del Vacuno de Aragón C´Alial y de Toño Rodríguez, de La Era de los Nogales (Sardas), retratado en medio de una explotación ganadera oscense; desde los viñedos de Cariñena, Clara Cros, de La Rebotica, protagoniza un mes de junio dedicado a las cuatro denominaciones de origen vitivinícolas de Aragón; Eduardo Comín, profesor de la Escuela de Hostelería Topi, Zaragoza, dedica su posado del mes de julio al aceite de oliva virgen extra de Almazara Molino Alfonso; en un lecho de Cebolla Fuentes de Ebro DOP se muestra la cocinera del Gayarre Mónica Alejandra Benítez, en el mes de agosto; el tomate rosa de Barbastro y Nerea Bescós, del restaurante Gente Rara, de Zaragoza, protagonizan el mes de septiembre; Octubre llega con la estrella Michelin María José Meda que, en su Hospedería El Batán, de Teruel, posa con un flamante Jamón de Teruel DOP; otro profesor de cocina, recientemente premiado en el Concurso de Tapas de Valladolid, Raúl Pobo, se rodea de Patatas Gómez, en un campo de Gallur, en noviembre, y pone la guinda el presidente de la ACA, asando su producto predilecto, el Ternasco de Aragón IGP, en un horno de Sobradiel.
Doce meses, trece cocineros, doce productos ―cuyo mes coincide con su temporada― y doce platos protagonizan un calendario que ha contado con la colaboración de Cebolla Fuentes de Ebro DOP, Ternasco de Aragón IGP, Vacuno de Aragón, C’alial, Patatas Gomez, Pirinea – Caviar Persé, Arroz Brazal, Frutas Javier Mené, Almazara Molino Alfonso, Melsa, Jamón de Teruel DOP, además de las cuatro denominaciones de origen vitivinícolas; Cariñena, Calatayud, Campo de Borja y Somontano.
«El calendario nace con la intención de ayudar en todo lo posible a los más afectados por la pandemia a través del Banco de Alimentos, entidad ligada a este gremio solidario y también afectado que es la restauración», dice Javier Robles y es que, con su desnudez, los cocineros también han querido expresar la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra el sector que, por otra parte, no les ha impedido acordarse de los que peor lo están pasando.
Vía: Grupo Almozara